LA ARTISTA FRANCISCA RUIZ OBLIGADO EXPUSO A LO LARGO DEL MES DE DICIEMBRE SUS EXTRAORDINARIAS OBRAS EN EL CENTRO CULTURAL MELIPAL DE ESQUEL. UNA BUENA EXCUSA PARA CONVERSAR CON ELLA.
Los mitos fundantes son importantes: dan sentido y forman, organizan y justifican la historia, los hechos pasados, el presente y el futuro. El mito fundante de Francisca Ruiz Obligado es todo eso, pero además es una historia linda: en la inundación de 2002, sin papel ni lápices ni acuarelas ni nada de lo indispensable para poder dibujar y pintar, Francisca, rodeada de invierno y agua, pensó en cambiar de materiales para poder pasar el tiempo y además poder hacer lo que más le gusta.
Así, comenzó a usar tierras, arenas y ceniza vegetal, entre otras cosas, como pigmentos para sus obras y con ello consiguió una técnica novedosa, atractiva y original y –sobre todo– puso fin a sus días de tedio y aislamiento. Una vez que el río bajó, Francisca no abandonó su nueva técnica. Por el contrario, la llevó hasta su límite, trabajando sin parar, buscando materiales, experimentando. Como dice ella, esta nueva técnica la llevó a “recorrer los alrededores de mi casa con otra mirada: descubrí los diferentes grosores de las arenas, las diferencias de textura y color de la tierra, según el lugar donde estaban. Las arenas que traía el río Epuyén no eran las mismas que las de las playas del Lago Epuyén o del Lago Puelo... el color era diferente, la textura no era la misma. Las tierras que acumulaban las máquinas al costado del camino variaban según la ubicación. Las había negras, marrones, más rojizas. Con la ceniza pasaba lo mismo, en sectores del fogón se veían manchones gris claro, en otros gris oscuro, por momentos era blanca. Junté suficiente material como para empezar a investigar, y después de un tiempo el primer cuadro de esta nueva etapa de mi obra tenía forma”.
Francisca nació en la Ciudad de Buenos Aires, pero ya hace varios años que reside en la Comarca. Antes de venir, cursó estudios en la Escuela Nacional de Artes Prilidiano Pueyrredón y en el Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA). Allí se especializó en grabado. Además, realizó cursos y talleres con diversos profesores destacados. Desde el año 1997 expone en galerías de todo el país y también de Europa. Por sus obras obtuvo distinciones de la talla de “Premio Industrias Culturales” (Chubut, 2007), “Primer premio de pintura. Salón Municipal de Artes Plásticas Esteban Ferreira”. (Chubut, 2005), “Primer Premio de Dibujo. Salón de Artes Plásticas Esquel” (Chubut, 2008). Pero todo esto se vuelve anecdótico ante la contemplación de sus cuadros. Lo que importa allí ya deja de ser su currículum (¿cuándo es que importa, a fin de cuentas?) y pasa a ser lo que sucede ahí dentro de los bastidores. Ahí donde la tela se imbrica con las diferentes texturas y trazos, con paisajes oníricos y de los otros; ahí donde la magia sucede.
-¿Cómo empieza tu trabajo?
-Mi trabajo empieza recorriendo caminos, montañas y orillas de ríos y lagos juntando la materia prima para mi obra, que son tierras de diferentes colores y texturas y arenas de distinto tipo (volcánicas, por ejemplo). Después de una limpieza y clasificación en mi taller de lo recolectado, guardo el material, que es el que uso después cuando hago una obra. Los colores que hay en la zona y en el resto de la cordillera son más que suficientes para armar una paleta variada (negro, blanco, gris, amarillos y naranjas, verdes, violetas, diferentes marrones, rojos...). Mi intención es recorrer todo el país buscando material, buscando similitudes y diferencias desde lo geológico, hasta lo cultural. Cada pedacito de tierra tiene una historia en nuestra historia, que involucra otras personas, otras razas y culturas, otra historia en la evolución del planeta, en las eras pasadas... De esta manera me conecto con la Tierra y con su historia, y también con mi propia historia. El contacto con la naturaleza en todo el proceso me produce un gran placer y mucho respeto. Es material noble.
-¿Qué encuentra el espectador ante tus cuadros?
-Y, bueno, en el espectador que puede conectarse con la obra y mi trabajo, genero un cambio en su mirada hacia la tierra que lo rodea. Ven el paisaje de otra forma, disfrutan algo nuevo para su mirada.
-¿Ahora qué sigue?
-Creo que sin embargo recién estoy empezando, porque tengo mucho que investigar, ya sea sobre la técnica como sobre mi propia imagen. La incorporación de piedras y maderas es un próximo paso, así como la utilización del grabado (técnica en la que me especialicé en mi carrera) en la realización de mi obra. Me faltan muchos lugares por recorrer y mucho material nuevo por encontrar.
Más en www.franciscaruizobligado.blogspot.com
miércoles, 27 de enero de 2010
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