Plan integral, cooperación, organización, integración y capacitación fueron los ejes de las charlas del décimo Foro Federal de Frutas Finas del que participó la Cooperativa Paralelo 42° como asociación representativa de productores de berries. Si bien en la exposición de Ivan Bruzzone, del Ministerio de Agricultura de Nación, quedó claro que la producción de la Comarca Andina es insignificante en volumen y facturación en la torta de la producción de frutas finas nacionales, en la foto de la actividad se ve que hay algo que nos posiciona como un importante referente. Ese algo tiene que ver con la historia, con la continuidad, con la diversidad y la calidad y una serie de valores intangibles para los economistas, devenidos en jueces de las actividades culturales de una sociedad que puso su norte en la estrella del peso.
En los más de cincuenta años de historia de producción de frutas en la Comarca hemos visto aparecer y desaparecer polos productivos vástagos de políticas de promoción que supieron ver en la actividad un puntal posible para el desarrollo. Así, las temibles sombras que los poderosos frambueseros de Baradero, Tandil o Neuquén, promovidos por políticas de desarrollo, asustaron otrora a los pequeños frambueseros locales se disolvieron cuando los números dieron mal y la auditoria dictaminó que más allá de los quebrantos en el balance no hay nada. También entran y salen al juego inversiones inspiradas en la alucinación del gran agronegocio, como sucede con el arándano, al que hasta hace poco llamaban el príncipe azul en Concordia y Tucumán.
Vemos aquí y allá fracasos basados en paquetes tecnológicos inadecuados y éstos generalmente originados por análisis incompletos. Entre los elementos que se eluden u omiten hay varios insoslayables de la dimensión humana. Esto nos pasa porque muchas veces dejamos a otros las decisiones, los análisis, diagnósticos y soluciones y olvidamos que somos el verdadero fundamento de la actividad: la tierra y los agricultores. A nosotros nos llega una onda que refleja el arquetipo de una sociedad que no está hecha para nosotros y mucho menos a nuestra medida. Un modelo que basa en la escala la rentabilidad. El gran tamaño, el gran volumen, la permanente presencia que da fuerza negociadora. Un modelo en el que ser el más grande, el que más volumen tiene, el de los costos más bajos, se sugiere como el más rentable, y la rentabilidad se propone como meta única. Sin embargo, más allá del arquetipo y sus transformaciones, nuestra realidad, que no responde al paradigma, perdura. Nuestro modelo se propone como un modelo basado en el equilibrio, en la sólida consistencia de lo balanceado, lo que dura por verdadero.
En el Foro, la Cooperativa propuso que se profundicen las instancias regionales a lo largo del año, que se realice un plenario federal en El Hoyo todos los eneros, y que se invite a participar del mismo al sector del trabajo, sin el cual no hay planificación sectorial posible. Entre los sueños y la realidad tenemos que encontrar nuestro camino enfrentándonos con los obstáculos inevitables y usando la inteligencia para atravesarlos.
miércoles, 27 de enero de 2010
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