MARIA PAZ GIBERT ES LA NUEVA GERENTE DE LA COOPERATIVA DE PRODUCTORES PARALELO 42º. EN UNA CHARLA INFORMAL Y AMENA CON ECOS NOS CONTO ACERCA DE SU TRAYECTORIA LABORAL, SUS OBJETIVOS EN LA COOPERATIVA Y SU RELACION CON LA FRUTA FINA.
A los trece años, María Paz Gibert llegó con su familia a vivir en Bariloche. Habitó en la ciudad del lago y de los perros san bernardo hasta que decidió volver a su ciudad natal a estudiar la carrera Diseño Industrial en la Universidad de Buenos Aires. Hoy, hace cinco años que volvió al Sur. Luego de trabajar en la chacra Masseube, en la que estuvo de encargada de la elaboración, la fabrica y el personal, María Paz es la flamante gerente de la Cooperativa Agrícola Paralelo 42º.
En la oficina que está sobre la Ruta 40, al calor de una estufa, ecos charló con ella. El estado actual de la Cooperativa, sus objetivos, y su relación con la fruta fina, fueron algunos de los temas que se tocaron.
-¿Cómo es tu trayectoria hasta llegar acá?
-Yo soy diseñadora industrial por la UBA. Si bien nunca apliqué mis estudios, lo que siempre utilicé en mis trabajos es el tema de la organización de los puestos de trabajo y la administración del proceso. Cuando me recibí trabajé en Buquebus: di cursos de gestión de calidad de atención al cliente a todo el personal, manejos de los procesos internos y externos. Después trabajé diez años en KLM, la línea aérea holandesa, en el sector de cargas. Originalmente entré a trabajar en atención al cliente y después pasé a administración. En los últimos cuatro años en la empresa manejé toda la administración de KLM Cargos del Caribe y Latinoamérica. No solamente cobro a deudores, también facturación, manejo con organismos, y en el caso de Argentina, también trabajaba en la relación de KLM con el Correo Argentino.
-Entonces estar acá, al frente de la Cooperativa no debería ser mucho problema…
-No, es cierto, no debería. Después, cuando llegué al sur trabajé en Masseube, donde adquirí bastante experiencia en lo relacionado a los procesos productivos de la fruta fina.
-¿Cuáles son tus objetivos en tu trabajo en la Cooperativa?
-Mi idea es tratar de darle un marco organizativo y legal, y también tratar de cambiar un poco la imagen local de lo que es el manejo de la Cooperativa.
Para eso hay que organizar todos los procesos, para que la Cooperativa sea vista, más allá de su perfil social de ayuda a los productores, como una institución eficiente. Sería importante tratar de organizar todo como para que el intercambio de información entre los productores y la Cooperativa sea más sencillo, que los productores, más allá de que creen saber lo que pasa en la Cooperativa, que realmente tomen conciencia de qué es lo que pasa acá.
María Paz habla con un convencimiento y un entusiasmo que contagia. Mira hacia fuera, hacia el Pirque cubierto de nubes y sigue: “Lo que tiene muy bueno la Cooperativa es la relación con los productores, el perfil social, eso de ayudar a los productores sin importar su tamaño, tanto a los pequeños productores, a los que se les ayuda a conseguir subsidios para poder comenzar como a los otros. Además hay un montón de proyectos en danza que, bueno, hay que terminar de armarlos como para poder llevarlos a la práctica, para que pronto empiecen a convertirse en realidades y en propuestas buenas para los productores. Pero primero hay que poner en orden las cosas, para luego darle una visión profesional a la Cooperativa.
-¿Con qué recursos, tanto económicos como humanos cuenta la Cooperativa hoy?
-Los ingresos de la Cooperativa se generan principalmente con lo que son las cuentas de frío, y están bastante atrasadas. En recursos humanos, contamos con Bruno, que es el hombre fantástico, el hombre orquesta, que hasta ahora hacía casi todo. Y en casos de necesidad hay otro chico que lo ayuda.
La relación de María Paz con la fruta fina, sin embargo, no empezó con su trabajo en Masseube. Su tío, el hermano de su papá, es Eduardo Gibert, un productor pionero en la Comarca: ”Mi tío tenía la chacra Rosa de Mayo que está ahí sobre la ruta al lado de Gendarmería y él se dedicaba a la producción de frambuesas. Los cuentos familiares dicen que él fue el primero que trajo los plantines de Schonemann acá. Fue un pionero en lo que tiene que ver con las frambuesas. Las cosechaba y las hacía al natural y las vendía en supermercados de Buenos Aires. Eso sé que es así porque el que las vendía allá era mi papá. También, cuando vivíamos en Bariloche veníamos algunos días de verano a laburar: ayudábamos en la cosecha y esas cosas, porque si estabas en la casa de mi tío, había que laburar sí o sí. Tenías que pagar el derecho de piso en la plantación.
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