miércoles, 7 de octubre de 2009

"El productor que no piensa no come"

EL INGENIERO AGRONOMO JOSE DUMM ESTA A CARGO DE UN GRUPO DE CAMBIO RURAL QUE REUNE A UNOS DIEZ PRODUCTORES DE FRUTA FINA DE LA COMARCA QUE REDESCUBRIERON EL VALOR DE ESTAR BIEN ASESORADOS.
José Dumm es ingeniero agrónomo y hace tres años coordina un grupo de Cambio Rural que nuclea a varios productores de fruta fina de la Comarca. Con una tijera de podar en una mano y una rama de cassis en la otra charló con ecos una tarde de sol de primavera.
-¿Qué trabajo estás realizando con este grupo de productores?
-Actualmente estamos trabajando dentro de un grupo de Cambio Rural, pero es importante destacar que este grupo proviene de un grupo anterior que empezó en la Cooperativa de Productores con el Plan de Buenas Prácticas Agrícolas. Cuando ese programa terminó un grupo de productores manifestó que tenía la necesidad de continuar con el asesoramiento, porque entendió el valor y la importancia que tenía. Una lectura interesante de este trabajo es que algunos años atrás no se valoraba la asistencia técnica. Era algo errático, había algunas consultas aisladas, pero no había conciencia mayoritaria de la necesidad de que un ingeniero agrónomo acompañara las decisiones. Quizás a partir de estos tiempos, que comienza a haber una visión más empresarial, más comercial en los cultivos, surge la necesidad del acompañamiento. Uno de los productores que pertenece a este grupo me comentó que él hace seis, siete años, consideraba totalmente innecesario tener un ingeniero porque él sabía cómo hacer todo. Es muy interesante que hoy en día, con muchísima más experiencia, admita que es absolutamente necesario acompañar las visiones propias con los consejos o con los puntos de vista de un asesor. Y acá hay un punto interesante que es cuál es el rol que tiene que cumplir el ingeniero agrónomo: no es el de decidir por el productor, que a veces el productor tiene miedo de eso, sino que es acompañar, hacer lo que se pueda como para prever errores y fortalecer los aciertos. Por otro lado un ingeniero agrónomo maneja cuestiones técnicas en un grado más específico, y la idea es nutrirse también de eso. Algo para destacar es que de los productores que comenzaron en el grupo no desertó ninguno, es más cada vez hay más gente que se quiere unir.
-¿Por qué pensás que antes existía ese rechazo o desinterés de los productores hacia los ingenieros agrónomos?
-No lo tengo muy claro el porqué. Quizás en algún punto acá lo agronómico tiene que ver con una suerte de bohemia local, y para practicar la bohemia no hace falta asesoramiento. Y quizás también tenga que ver que ahora es rentable trabajar con fruta fina y antes no. Hoy hay mucha gente que vive decentemente como productor de fruta fina, entonces se empieza ver a la actividad con ojos un poco más empresariales o como un trabajo alternativo, con todas sus ventajas. Para esto es importante hacer las cosas bien, de manera sustentable.
Antes venía el agrónomo y como en una conferencia dictaminaba qué es lo que había que hacer. Hoy el acercamiento es otro, porque no todos los productores tienen las mismas necesidades ni están en la misma situación. Ahora es un acompañamiento para el lado que a cada productor le interesa. Y lo cierto es que en muchas chacras estamos obteniendo rendimientos que hace pocos años eran impensados, y vamos mejorando la calidad, y nos vamos realimentando, poniendo en juego distintos conocimientos.
-¿Este grupo es de productores de El Hoyo o de toda la Comarca?
-Es de la Comarca. Es un grupo heterogéneo pero con intereses claros y comunes. Hay desde profesionales hasta gente de escasos estudios pero no por eso de escasa lucidez. En general todos los productores son sumamente observadores; cuando uno se pone a hablar de cultivos encuentra que han hecho un montón de observaciones sumamente detalladas e interesantes, acertadas o no, pero que requieren una inteligencia particular. Y esto es casi algo propio de lo agronómico, porque el productor que no piensa no come: necesita desarrollar su astucia más allá de la educación previa que haya tenido para tener las herramientas para poder darle continuidad a sus tareas.
-¿Este grupo, funciona como grupo, a nivel que se juntan todos, hay intercambio entre ellos, o es más bien una suma de participantes?
-En realidad, existe un determinado intercambio entre ellos pero es escaso. Esto es algo que deberíamos ir modificando, deberíamos aumentar el contacto entre todos los productores, y eso es uno de los objetivos de Cambio Rural. Lo que ocurre es que en la fruta fina esto no es tan fácil, porque la gente que se dedica a esto es bastante heterogénea, con sus propios tiempos y a veces con otras profesiones o trabajos alternativos. Y coordinar todo esto es bastante arduo. Así que todo esto está todavía en etapa de formación. Lo que pasa también es que este es un grupo que proviene de la Cooperativa donde funcionábamos de manera diferente, el grupo era mucho más grande y todo funcionaba alrededor del ingeniero agrónomo, y en este momento el grupo debería tener un rol más protagónico que el ingeniero, pero esto es más fácil de decir que de hacer.

Continua en el número 8 de ecos.

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